-¿Qué
demonios es eso?- Preguntó el teniente.
-Parece
una caja.
-Gran deducción,
detective. –le
respondió a López tras su desafortunado comentario.
-Callad y encender las cámaras, quiero ver lo mismo que vosotros.
-Sí, señora –respondieron ambos al unísono.
Con un clic comenzaron a enviar imágenes. La
comandante las observó detenidamente. No eran de gran calidad, pero le
permitían hacerse una idea de las dimensiones de la caja.
-Necesito
que os acerquéis más, pero cuidado, podría ser una bomba.
-Teniente –dijo López pasando al canal
directo- Que la comandante haya supuesto que una caja cualquiera en una nave de
transporte de gama baja pueda ser una bomba… Me hace pensar que hay mucho más
detrás de esta misión que lo que me han contado.
-Vaya, parece que estás más despierto de lo
que pensaba. Verás, no es nada del otro mundo, pero creemos que esta nave
perteneció a una organización terrorista. Por lo que esta caja podría ser un
arma de cualquier tipo.-Tras un pausa continuó-Esto que te he dicho es
información clasificada, de hace más de doscientos años, pero clasificada, al
fin y al cabo. Por lo que más te vale callarte la boca.
-¿Y qué haría abandonar a un grupo de ese
estilo una poderosa arma y dejarla vagando por el espacio durante dos siglos?
No creo que sea una bomba, no la habrían abandonado. No hay cuerpos, así que la
tripulación abandonó la caja a sabiendas. Probablemente esté vacía.
-López, si como has dicho la nave no tiene
combustible, quiere decir que dejaron los motores encendidos para alejar de sí
lo que fuera que hay en esa caja.
-Es posible…O que simplemente se lo llevaron
antes de abandonar una nave inservible. – El teniente respondió a esto último
con un resoplido.
-Permiso
para acercarme a la caja. –pidió López.
-Concedido,
tenga cuidado.
El ingeniero comenzó a acercase. La caja no
parecía medir más de cien centímetros de ancho por treinta de alto. Lentamente
se arrodilló con el pesado traje delante de la caja. No tenía ninguna
inscripción. Intentó abrirla con las manos, pero no pudo. Sacó su preciada HMU.
El material con el que estaba hecho la caja no parecía muy resistente, algún
tipo de plástico reforzado. Nada que pudiera detenerlo.
-¿El gato seguirá vivo? -preguntó con sorna antes de comenzar a cortar la tapadera.
Tras unos segundos de incertidumbre la levantó. Estaba vacía.
-Comandante,
está vacía.
-Ya lo veo, López,
ya lo veo. RegistraBZBZ nave y BZZZvisad cuandoBZZZZZZ vado.
-Repita, BZZZZ, la
comuBZZZ BZZZortado.-dijo el teniente.
-BZZZZ BZZZZZ tenieBZZZZ salBZZZZ aveBZZZ.
-BZZZZZZZZ
–continuó Tucker.
-Señor, hemos perdido la
comunicación con la nave.
-Ya me he dado cuenta, López -respondió secamente.
Las linternas comenzaron a parpadear y se
apagaron.
-Teniente, algo va mal. –dijo el ingeniero
comprobando los sistemas eléctricos de su traje. -¿Teniente? ¿Me recibe?
Tucker le miraba, o eso suponía, pues no se
veía nada en la oscuridad, sólo las marcas fosforescentes de los trajes. López
se dio cuenta de repente de todo lo que implicaba no tener energía. No sólo
eran las luces y las comunicaciones, sino también el oxígeno. No tenían mucho
tiempo, debían volver a la nave.
Por señas indicó el lugar donde suponía que se encontraba la puerta. Debían darse
prisa, sólo tenían unos minutos antes de que el oxígeno se les acabara. Ambos
habían recibido entrenamiento para este tipo de casos, por lo que no estaban demasiado preocupados. No les sobraba pero sería suficiente para llegar a la nave.
Volvieron por el almacén hasta casi llegar a
la puerta. López tropezó y quedó flotando en el pasillo. El teniente se giró al
notar que no le seguía. Lo agarró y comenzó a tirar de él. Le costaba andar y
cerrar las manos. Haciendo un último esfuerzo le empujó fuera del almacén, antes
de perder la consciencia.
¿Y ya esta?¿No hay tercera parte?
ResponderEliminarBuenas, gracias por pasarte. Tengo pensado continuarlo, pero como puedes observar, el blog está algo parado porque voy a empezar otros proyectos. Si tengo tiempo la continuaré, ya que te has interesado. De todas formas, tengo pensado escribir más sobre esto.
Eliminar